CARTA DE PRESENTACIÓN
Con objeto de defender los derechos, prestigio y unidad del Cuerpo de Veterinarios Titulares y al mismo tiempo estudiar los problemas en misiones sanitarias, bromatológicas e higiene pecuaria, se creó la Asociación Nacional de Veterinarios Titulares, en el año 1955, siendo los primeros Estatutos aprobados por el Ministerio de la Gobernación, con fecha 23 de marzo de 1955, al amparo de lo dispuesto en el artículo 220 del Reglamento de Personal de los Servicios Sanitarios Locales.
Fueron presentados para su aprobación y firmados por los prestigiosos veterinarios Frumencio Sánchez Hernando, Rafael Muñoz Cañizares, Antonio Mariñoso Herbera y Nemesio Sánchez Llamazares. Estos Estatutos, a través del tiempo, han sufrido algunas modificaciones para adaptarlos a las nuevas normativas y exigencias de los tiempos, tomando el carácter sindical en el año 1985, y así poder intervenir como interlocutores válidos en la Administración Central y en las diferentes esferas Autonómicas, pasando por tanto a denominarse con esta fecha Asociación de Veterinarios Titulares (Asociación Sindical).
La última modificación, aprobada por la Subdirección General de Mediación, Arbitraje y Conciliación, con fecha 17 de enero de 1994, y publicada en el BOE, número 32, de 7 de febrero de 1994, fue el cambio de denominación por el de Asociación Sindical de Veterinarios Titulares y de Funcionarios Veterinarios al Servicio de las Administraciones Públicas.
Por tanto, quedan incluidos en nuestra Asociación aquellos Veterinarios que lo soliciten y que ocupen puestos en las Administraciones Públicas, ya sean Central, Autonómica o Local.
Se están incorporando, muchos compañeros que ejercen en dichas Administraciones, por tener un objeto común: Defender la unión de la Veterinaria, hoy tan dispersa.
A nivel nacional se estudian los problemas generales que afectan a los Veterinarios Asociados, visitando personalmente los distintos Departamentos de los Ministerios, especialmente, Sanidad y Agricultura, Consejerías de Sanidad, o bien elevando escritos pertinentes a los Organismos que intervienen directamente en la legislación veterinaria, así como, visitas con los distintos representantes de los Partidos Políticos, para qué a través de nuestros escritos sean introducidas enmiendas, que puedan prosperar en las Cortes, en beneficio de sus asociados y de la Veterinaria en general.
Fueron presentados para su aprobación y firmados por los prestigiosos veterinarios Frumencio Sánchez Hernando, Rafael Muñoz Cañizares, Antonio Mariñoso Herbera y Nemesio Sánchez Llamazares. Estos Estatutos, a través del tiempo, han sufrido algunas modificaciones para adaptarlos a las nuevas normativas y exigencias de los tiempos, tomando el carácter sindical en el año 1985, y así poder intervenir como interlocutores válidos en la Administración Central y en las diferentes esferas Autonómicas, pasando por tanto a denominarse con esta fecha Asociación de Veterinarios Titulares (Asociación Sindical).
La última modificación, aprobada por la Subdirección General de Mediación, Arbitraje y Conciliación, con fecha 17 de enero de 1994, y publicada en el BOE, número 32, de 7 de febrero de 1994, fue el cambio de denominación por el de Asociación Sindical de Veterinarios Titulares y de Funcionarios Veterinarios al Servicio de las Administraciones Públicas.
Por tanto, quedan incluidos en nuestra Asociación aquellos Veterinarios que lo soliciten y que ocupen puestos en las Administraciones Públicas, ya sean Central, Autonómica o Local.
Se están incorporando, muchos compañeros que ejercen en dichas Administraciones, por tener un objeto común: Defender la unión de la Veterinaria, hoy tan dispersa.
A nivel nacional se estudian los problemas generales que afectan a los Veterinarios Asociados, visitando personalmente los distintos Departamentos de los Ministerios, especialmente, Sanidad y Agricultura, Consejerías de Sanidad, o bien elevando escritos pertinentes a los Organismos que intervienen directamente en la legislación veterinaria, así como, visitas con los distintos representantes de los Partidos Políticos, para qué a través de nuestros escritos sean introducidas enmiendas, que puedan prosperar en las Cortes, en beneficio de sus asociados y de la Veterinaria en general.